Cuando se trata de justificar a la Alta Dirección de la empresa, sobre por qué debemos gestionar la continuidad de negocio, vienen a mi mente varios conceptos. Uno de ellos y quizá el más importante es la reputación, misma que se construye en años y se destruye en segundos cuando una empresa no está preparada. También tenemos afectación al recurso humano cuando se puede provocar personal herido o hasta fallecido, posibles multas y sanciones por parte de entes supervisores y autoridades, multas que en algunos casos por ejemplo implica un porcentaje del patrimonio de la organización -haga sus números-, pérdida de clientes que también afecta y nadie quiere perder lo que por años ha generado, y en algunos casos implica incluso afectación al mercado y riesgo sistémico. De ahí es que importante hacer ver a los miembros de la Alta Dirección sobre que todas las actividades que llevamos a cabo son relevantes para asegurar a la empresa en caso de un desastre.
Cuando realizamos el análisis de impacto en el negocio, es cuando tenemos la oportunidad de identificar todos esos posibles impactos que la empresa podría sufrir al momento de una interrupción o desastre. Los impactos podrían ir aumentando conforme el tiempo transcurre, lo que también debe ser identificado. En paralelo, podríamos identificar -y hacer el ejercicio que aunque complejo es importante- de medir cuantitativamente el impacto en el tiempo, y determinar cuánto podemos perder financieramente. En estos días me correspondió revisar con un cliente los resultados de este ejercicio, y cuando puedes llegar a la conclusión de que tras 8 horas de interrupción, puedes perder 1 millón de dólares, sin duda cualquier estrategia justifica prevenir interrupciones en la empresa.
La evaluación de los riesgos, como medida de prevención también es relevante, al fin que y siempre lo digo en mis cursos, la continuidad de negocio se trata más de prevenir que de responder. Así que también es importante justificar la adecuada y oportuna gestión de los riesgos de continuidad de negocio, e invertir en planes de tratamiento será de lo más sano que la empresa puede hacer.
Debemos entonces mantener en la empresa a una Alta Dirección consciente de la importancia de velar por la adecuada gestión de la continuidad de negocio, porque la factura por los impactos materializados que pueden llegar en caso de una interrupción y sobre todo de un desastre, puede ser muy alta.
En mis años de experiencia, me ha tocado dirigir procesos de concienciación a la Alta Dirección de muchas empresas, y sé que no es fácil, algunos lo consideran un gasto, pero con persistencia, mensajes claros, y la atención de las dudas que siempre surgen, se puede llegar a tener a los directores de la empresa comprometidos con el tema y apoyando todas las actividades de forma muy positiva. Incluya sesiones de concienciación en su plan anual de concienciación y capacitación en continuidad de negocio.
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